Navegando por las arenas movedizas: encontrar productos y mercados adecuados para las empresas emergentes de IA

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La búsqueda del ajuste entre el producto y el mercado es un rito de iniciación para toda startup. Si bien existen innumerables guías sobre cómo lograr este santo grial, la aparición de la inteligencia artificial (IA) desorganiza los manuales tradicionales.

“Es un juego de pelota completamente diferente”, declara Ann Bordetsky, socia de New Enterprise Associates, hablando ante una audiencia cautivada en TechCrunch Disrupt en San Francisco. El vertiginoso ritmo de desarrollo de la IA hace que las métricas y estrategias establecidas queden obsoletas. La tecnología en sí evoluciona constantemente, lo que deja a los fundadores lidiando con nuevos desafíos y preguntas.

A pesar de este panorama volátil, inversores experimentados como Murali Joshi de Iconiq Capital ofrecen orientación para navegar las complejidades del ajuste del mercado de productos en el ámbito de la IA.

Un indicador clave a tener en cuenta es la “durabilidad del gasto”. La adopción de la IA dentro de las organizaciones aún es incipiente; Gran parte del gasto se destina a la experimentación en lugar de a soluciones integradas. El cambio crucial, señala Joshi, se produce cuando las empresas integran herramientas de inteligencia artificial en sus operaciones principales y van más allá de los presupuestos experimentales. “Profundizar en eso”, enfatiza, “es muy crítico para garantizar que sea una herramienta… que llegó para quedarse”.

Métricas familiares como usuarios activos diarios, semanales y mensuales siguen siendo relevantes en el espacio de la IA. Pero Joshi subraya que las nuevas empresas deben profundizar más: “¿Con qué frecuencia sus clientes interactúan con el producto por el que están pagando?”

Bordetsky se hace eco de este sentimiento y aboga por una combinación de datos cuantitativos y cualitativos. Si bien las métricas pueden ofrecer pistas, las conversaciones con los clientes suelen proporcionar un contexto crucial. Las entrevistas en profundidad, en particular aquellas con ejecutivos interesados, revelan cómo las herramientas de IA encajan en el flujo de trabajo y la infraestructura tecnológica de una organización. Esta comprensión granular ayuda a determinar la “adherencia” del producto: su capacidad para convertirse en una parte integral de las operaciones de una empresa.

Fundamentalmente, ambos inversores enfatizan que la adecuación del producto al mercado en el dinámico mundo de la IA no es un destino estático sino más bien un viaje continuo. “Se trata de aprender a pensar en cómo empezar con un poco de producto que se ajuste al mercado en su espacio, y luego fortalecerlo con el tiempo”, aconseja Bordetsky.

Navegar por este paisaje fluido exige una adaptación y un refinamiento constantes. La startup de IA que capte los matices de las necesidades cambiantes de los clientes y los avances tecnológicos estará en la mejor posición para lograr un éxito duradero.